- La periodista Margarita Oropeza junto al equipo de «Abriendo puertas» visitó la residencia del cardenal Baltazar Porras (arzobispo de Caracas) en una edición especial dedicada a la Semana Santa y el panorama actual de Venezuela.
+SN.- El cardenal Porras expresó que la Semana Mayor «es la fecha principal de todo el año, la eucaristía que celebramos a diario es un reflejo de ese domingo de resurrección. El día que el Señor supera lo que es la muerte (…) es ciertamente el día principal». El arzobispo de Caracas explicó que la presencia de las orquídeas junto al Nazareno en estas celebraciones es una tradición venezolana. «En el caso aquí de Caracas, la gente ofrece una orquídea (…) es la ofrenda que la gente lleva. Es una promesa que se paga (…). Pasada ya la Semana Mayor la gente viene a buscar otra vez su mata de orquídea y la lleva de nuevo a su casa».
El principal exponente del catolicismo en Venezuela hizo un repaso sobre el caso de los beatos venezolanos Madre Carmen Rendiles y José Gregorio Hernández. «Esos estamos queriendo llevarlos adelante. Las causas de beatificación son un proceso como un juicio. Hay que cumplir con una serie de requisitos, dar una serie de pasos, presentar una cantidad de documentación que tienen que estar muy bien sustentada. Por eso no es una cosa de un día para otro», afirmó. El religioso informó que viajará a Roma en los próximos días para tener una audiencia «tanto en el dicasterio como con el santo padre para ver cómo va este proceso». Insistió en que, en el caso de José Gregorio Hernández, «lo que falta es la aprobación de los pasos, tanto de la comisión médica como la comisión de teólogos y después la comisión de cardenales que son los que lo llevan al Papa cuando todo está listo para que dé el decreto de promulgación». Sobre la Madre Carmen Rendiles, tercera beata del país, el cardenal remarcó que su caso «prácticamente va en paralelo» con el del doctor de los pobres. Asimismo, recordó que «también están las otras causas, porque hay algunos posibles milagros en la Madre María de San José, la Madre Candelaria de San José».
En cuanto al tema electoral, el cardenal catalogó como «legítimo» el reclamo de quienes exigen la apertura del proceso de inscripción en el extranjero. Manifestó que «son muy pocos los días que hay para hacer este registro (…). Esa falta de normas claras para que se (hagan) las cosas lo que favorece es una falta de confianza y de credibilidad (…), confianza en el árbitro, confianza en lo que tiene que ser mucho más transparente». Hizo un llamado al CNE para que «den esas normas claras y tiene que ser a tiempo, porque siendo tan corto el período de inscripción o de actualización del registro, es importante que el ciudadano se sienta respetado en esto y pueda acceder a algo que es un derecho constitucional». En cuanto a la dificultad que tuvieron algunos candidatos para completar su postulación, enfatizó que «ahí es donde está una de las confusiones que hay en estos momentos, y que es lo que uno pide y exige que cada uno de los poderes públicos tengan su autonomía y que no estén dependiendo, sobre todo, del Ejecutivo». Destacó que considera que «debemos tener en cuenta que es un derecho de todos los venezolanos por nacimiento de poder inscribirse como candidato y que una cosa es que hay unas normas (…) pero no es poner otra serie de cosas que dependen, digamos, de la bilis del momento de quienes están al frente de ellos. Eso no es sano porque sencillamente lo que hace es como jugar con normas que no son iguales para todos y eso no crea un clima de paz y entendimiento».
El religioso apoyó la solicitud de la Conferencia Episcopal Venezolana para que se realicen elecciones libres en el país. «Esa insistencia está a favor de todos, porque lo que no se hace con libertad, lo que no se hace con normas claras, lo que se hace con presión, no es lo que representa la búsqueda de la superación o del mejoramiento que pueda haber de ciertos comportamientos sociales». Con respecto a su percepción de las elecciones presidenciales, Porras declaró: «lo que hay que tener la esperanza de qué es lo que se quiere (…) forzar, aunque sea con esas pequeñas rendijas, que se abran para que se exprese lo que realmente quiere y busca la gente, y eso es legítimo; porque si no, estamos hablando más bien de un régimen de esclavitud y no de libertades«.
Sobre las denuncias de magnicidio realizadas por el mandatario nacional, señaló que eso «se ha convertido como en un deporte nacional, porque son tantas denuncias (…) y no aparece nadie ahí (…). Creo que no se debe jugar con este tipo de cosas porque lo que ayudan es a no creer o a desconfiar, y eso nunca es bueno en una sociedad». Entre sus recomendaciones ante el escenario que se presenta en Venezuela, el arzobispo de Caracas señaló que «hay que dialogar, y uno no dialoga con quien quiere, sino con quien le toca (…). No fomentemos lo que nos excluye, lo que nos divide. Busquemos primero qué es lo que nos une, que es lo que nos permite superar después las diferencias que tengamos».