En el mundo actual la tecnología permite estar conectados 24/7 y por ello encontrar equilibrio entre la vida laboral y personal puede ser un desafío
+SN.- Cada dia es una aventura maravillosa con retos personales y laborales. Aprovechar y estar en modo«atención plena» a lo que se ejecuta debe ser prioritario, ya que la «vida útil laboral» desde el punto de vista personal, varía según la personalidad y las circunstancias de la vida. El tiempo mágicamente es oro y la vida una sola; por lo que es importante no sentirse perdido, aturdido, absorbido, desesperado, manipulado o «burnout» (síndrome del trabajador quemado).
Un trabajo o un proyecto con sentido enriquece a la persona desde todo punto de vista. La encuesta, del articulo Meaning & purpose at work del blog BetterUp, elaborada a mas de 2,000 profesionales estadounidenses en 26 industrias, encontró que los empleados experimentan más satisfacción en su labor, cuando la sienten significativa y por ello tienden a trabajar más duro y ser más productivos logrando aumentos y ascensos con mayor facilidad. Brendon Burchard en su libro High Performance Habits: How Extraordinary People Become That Way (Hábitos de alto rendimiento: cómo las personas extraordinarias se vuelven así) comparte una práctica similar llamada «Liberar la tensión, establecer la intención». Esto implica aceptar las transiciones que experimentamos a lo largo del día, pasando de comer a trabajar, de escribir a asistir a una reunión, de hacer una llamada telefónica o enviar correos electrónicos, como oportunidades para liberar cualquier tensión que podamos estar albergando y establecer una intención antes de entrar en una nueva tarea o entorno. Sea lo que se esté haciendo porque haya una razón para ello, se convierte en una buena noticia, porque eso significa que «Siempre hay un significado (y una felicidad) que encontrar».
Es fundamental negociar consigo mismo el derecho y deber a una salud física, mental y emocional. Para ello, hay que visualizar lo que se quiere, cuando se quiere y como se quiere, tanto del aspecto personal como del laboral, con reglas sencillas como:
Establecer límites claros: Definir un horario de trabajo y cumplirlo, resistir la tentación de revisar el correo electrónico o responder llamadas fuera del horario laboral, comunicar a colegas y clientes las horas de disponibilidad para atenderlos, mejorar las capacidades, destrezas y habilidades, mantener valores.
Priorizar el tiempo: Aprender a decir «no» a tareas o proyectos que no sean esenciales, delegar tareas a otros cuando sea posible, planificar tareas de forma eficiente, compartir y comprobar métodos y experiencias, tomar pequeñas interrupciones para pensar y repontenciarse, ser flexible en caso de trabajar horas extras.
Cuidar la salud: Dormir lo suficiente, comer una dieta saludable, practicar ejercicio regularmente, tomar tiempo para relajación, meditación y desestresarse, monitorear la evolución biológica y espiritual, disfrutar de la compañia de mascotas, cuidar plantas, agradecer constantemente a la vida, darse o ayudar a otros según convenga, revisar los apegos y los deseos, controlar las emociones, tomar sol con precaución, respirar conscientemente, tomar mucha agua.
Desconectar: Apagar el ordenador y el teléfono al final del día, dedicar tiempo a hobbies como cocinar, leer, coleccionar, pintar, bailar, escribir o tomar fotografías, pasar tiempo con la familia y los amigos, asistir a eventos culturales, conocer nuevos lugares y culturas, conectar con la naturaleza, integrarse a grupos, celebrar los momentos con intención y alegría de corazón, practicar la curiosidad y el asombro.
El agotamiento laboral puede implicar sentirse inútil, impotente o vacío, así que recuerde que el equilibrio entre la vida laboral y personal es un proceso continuo. No se desanime si no lo logra de inmediato; siga intentándolo y eventualmente encontrará lo que le funciona mejor.
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