- Jeff Bezos, Carlos Slim y Bill Gates son ejemplos de cómo el apoyo paterno es crucial para convertirse en los CEOS más poderosos del mundo
Si quieres tener hijos con autoestima, debes ser un padre con autoestima. Marcela Mondragón, coach familiar
Los padres de los 3 CEOs más poderosos del mundo
Pero no es suficiente con el apoyo emocional de un padre a un hijo para desarrollar una buena autoestima, sino que también es necesario el apoyo financiero para lograr sus metas. Esta confianza, seguridad y aliento puede impulsar a cualquier persona a convertirse en un gran líder.
Para muchos emprendedores y emprendedoras, su papá ha sido el primer inversionista de su negocio. El apoyo financiero de un padre juega un papel crucial en el éxito de un hijo. Al combinar la ayuda emocional con los recursos económicos, un padre puede darle a su hijo la mejor oportunidad de convertirse en uno de los CEOs más poderosos del mundo.
Aquí exploramos tres historias inspiradoras que muestran cómo el apoyo paterno es fundamental para el éxito de los seres más poderosos y exitosos del mundo. Estos relatos aportan lecciones financieraspara padres, hijos o emprendedores mexicanos
Miguel Bezos
En 1995, Miguel Bezos invirtió 250 mil dólares en Amazon para apoyar el proyecto de su hijo adoptivo. Aunque no entendía completamente el negocio en cuestión, Miguel y su esposa Jackie Bezos, destinaron sus ahorros de jubilación confiando en la idea de su hijo para crear una librería en línea: Amazon. Es asi que las lecciones financieras de este caso son:
- Arriesgar una suma considerable de ahorro para apoyar la visión de un hijo, demostrando una gran confianza en la capacidad y determinación de Jeff Bezos.
- La inversión inicial en Amazon, que en un principio pudo parecer arriesgada, resultó ser extremadamente lucrativa a largo plazo, demostrando que la paciencia y la perseverancia en una inversión pueden generar grandes recompensas.
Miguel Bezos es cubano con nacionalidad americana.Trabajó durante 32 años en Exxon, una multinacional de petróleo y gas. Llegó como refugiado a Miami a los 16 años, y vivió en una vivienda proporcionada por una orden religiosa católica. Se graduó como informático en la Universidad Albuquerque en Nuevo México. Hoy es un multimillonario que no ha olvidado sus raíces y su camino hacia el éxito. A través de la Fundación de la Familia Bezos ayuda a los jóvenes a desarrollar su potencial.
Julián Slim Haddad
Ayudó a su hijo a ser el hombre más rico de México: Carlos Slim Helú. Don Julián llegó a México a los 14 años (sin hablar español), procedente de Líbano y huyendo de tener que incorporarse al ejército. Para ese entonces ya estaban en Tampico, Tamaulipas sus cuatro hermanos mayores. Más tarde los hermanos Slim cambiaron su lugar de residencia a Ciudad de México.
Julián Slim junto con uno de sus hermanos fundó La Estrella de Oriente, una mercería en el centro histórico de la CDMX, aportando el 50% cada uno. En plena Revolución Mexicana, Julián, con 26 años de edad, le compró a su hermano el otro 50% por la cantidad de 30,000 pesos. Diez años después y con una enorme dedicación al trabajo, el libanés ya había adquirido 11 propiedades en la zona.
La principal lección financiera que Carlos Slim aprendió de su padre, Julián Slim Haddad, fue la importancia de ahorrar e invertir. Su padre le enseñó a registrar todos sus ingresos y gastos en una libreta, fomentando el hábito de controlar las finanzas personales desde temprana edad. Además, le inculcó la disciplina de no gastar más de lo que se gana, sentando las bases para una gestión financiera sólida y el crecimiento patrimonial.
William Henry Gates II
Era el padre de Bill Gates, fundador del bufete de abogados Shidler McBroom & Gates (un predecesor de K&L Gates), y también presidente de las asociaciones de abogados del condado de Seattle King y del estado de Washington. Falleció en 2020.
La lección financiera que aprendió Bill Gates de su padre William Henry Gates II, fue la siguiente:
La importancia de la filantropía y la donación a causas sociales. Inculcar el valor de devolver a la comunidad y no aferrarse a la riqueza personal.
Fuente: altonivel.com.mx
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