La periodista Margarita Oropeza entrevistó en «Abriendo puertas» a Arturo Peraza (rector de la Universidad Católica Andrés Bello – UCAB) para indagar sobre el panorama postelectoral, la dinámica política actual y la investigación que adelanta la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El párroco y rector de la UCAB aseguró que tras los comicios del 28 «teníamos que ganar en paz (…), en términos de legitimidad interna y externa. Necesitábamos, de alguna u otra manera, establecer un pacto de convivencia social y creo que esos objetivos no están logrados». Consideró que habría sido posible alcanzarlo «si el proceso de negociaciones que habían empezado en México, que habían seguido en Barbados, hubiera tenido continuidad». Remarcó que ante el hecho de no haber llevado a cabo esas negociaciones «prácticamente cocinamos esta crisis».
Precisó que más allá de los resultados electorales, «si no se da este proceso de pacto político-social en Venezuela, en ese contexto, el resultado por sí mismo no produce gobernabilidad, no produce las condiciones necesarias para que el Estado pueda funcionar. Entonces, uno vuelve a clamar por la necesidad de un proceso de negociación, (de) diálogo en el país».
Sobre la medida cautelar interpuesta por el mandatario nacional ante el TSJ, el también abogado consideró que «el Consejo Nacional Electoral tiene su propia competencia y no debe el tribunal atribuirse competencias que les son propias al Poder Electoral en este caso». Recordó que «hay procesos de verificación que debieron llevarse a cabo, que el mismo reglamento del Consejo Nacional Electoral había establecido, que eran las auditorías (…). Estos eran procesos de garantía; además, ese proceso dentro del Consejo Nacional Electoral establece caminos para que los actores políticos puedan tener espacio para el diálogo».
Peraza agregó: «los venezolanos necesitamos encontrar la verdad. La verdad no es solamente cuál es el resultado. También es ese proceso de negociación del que antes venía hablando, que debía haber ocurrido. No ocurrió. Lamentablemente cocinamos una crisis. El Consejo Nacional Electoral no cumplió con los roles que tenía. No puede el Tribunal Supremo quitarle las funciones al Consejo Nacional Electoral. El llamado es: tiene que reasumir las funciones, necesitamos reinvitar a los observadores internacionales que ya hicieron un primer pronunciamiento, pero que eventualmente, frente a datos que puedan ser arrojados (y) que puedan ser verificables, pueden llegar a similares conclusiones o conclusiones distintas o a conclusiones complementarias a las que ellos ya llegaron».
El rector reiteró además que «lograr la legitimidad interna y externa trae paz y esto es importante en un proceso político. Insisto de todos modos: no se determina solo por una votación. Ese es un elemento muy importante, fundamental, pero no es el único. Si no hay un acuerdo político en la base, en el fondo no vas a tener el resultado que tú deseas y lo que vas a tener es una crisis política que es lo que hoy estamos viviendo».
En relación a la denuncia sobre el ataque cibernético al sistema automatizado del Consejo Nacional Electoral (CNE), Peraza opinó: «yo no tengo ninguna evidencia. Hay factores que dicen que no tienen ninguna evidencia. Los observadores internacionales dicen que no tienen evidencia, pero no me puedo pronunciar sobre eso porque no tengo instrumentos ni herramientas para poder hablar sobre eso. Lo que me resulta complicado es, bueno, pero si hubo tal ataque y, por tanto, no puede haber actas, no puede haber transmisión, ¿cómo hay totalización y adjudicación? Resulta un poco difícil explicar ese escenario (…). Esa historia tiene algunos problemas –o uno le encuentra algunos problemas- que le hacen difícilmente creíble». Aseguró que «en definitiva, no va a ser un nuevo proceso electoral el que va a resolver el problema venezolano. Si no entramos en esta dinámica de que los actores puedan hablar, eventualmente un proceso electoral en sí mismo va a terminar teniendo este resultado que estamos teniendo hoy en día porque, vuelvo a insistir, necesitas base institucional».
En relación a la propuesta –realizada por Jorge Rodríguez– de reformar las leyes electorales y evitar la observación internacional, el también politólogo apuntó: «esperaría más bien que nos demos cuenta de que la presencia de organismos internacionales genera transparencia. Transparencia genera paz, genera confianza». Asimismo, se refirió a lo dicho por dirigentes del oficialismo sobre los veedores internacionales: «los expertos de la ONU no son eso que están diciendo. El Centro Carter no es lo que se está diciendo. No se puede recibir al Centro Carter para decir una cosa, para después decir absolutamente la contraria». Recordó que «en todo proceso electoral siempre está vinculada la comunidad internacional; en cualquier país, porque soberanía no significa irresponsabilidad, sino exactamente lo contrario; que el Estado se hace responsable de sus actos ante la comunidad internacional».
Sobre los pronunciamientos y reuniones entre los presidentes de Colombia y Brasil, dijo que «tratan de ser garantes de paz, que eventualmente intervienen para facilitar el proceso de diálogo en Venezuela, que es lo que es esencial y necesario en este momento».
En relación a las cifras de detenidos durante las manifestaciones postelectorales, Peraza remarcó: «es la primera vez que yo veo que el gobierno nacional da una cifra más alta que las ONG. Las ONG hablan de 1 300». Subrayó que «no es natural decir que usted tiene 1 000 o 2 000 personas que son terroristas, traidores a la patria o no sé qué (…). Es un momento importante, para bajar la tensión, el que se diera un gesto por parte del Estado venezolano de liberar especialmente a niños, adolescentes».
Sobre el último informe de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida realizado por la UCAB, que señala que uno de cada dos venezolanos vive en pobreza extrema, el rector de esa institución destacó que «si tú tienes un país con una crisis política, normalmente los temas de gestión económica también se terminan complejizando muchísimo (…). Lo que nos preocupa a nosotros es que una nueva recaída en una crisis política podría significar también una nueva recaída en los números económicos».
Peraza también se refirió a la propuesta de ley sobre el fascismo, el odio y la violencia que estudia la Asamblea Nacional: «¿cómo tú redactas una norma para hacerla precisa? Porque en materia penal, si tú redactas una norma en términos ambiguos, lo que estás creando es una ley penal en blanco. ¿Qué significa eso? Que el aplicador es el que decide cuándo sí y cuándo no se incurre en esa conducta, y genera inseguridad jurídica (…). Puede terminar siendo que el simple disenso político, el poder decir ‘no estoy de acuerdo con’ se constituye en una expresión de odio o de fascismo, y eso es fatal porque eso es contrario a derechos humanos y a democracia». Afirmó que los discursos de odio «a nivel internacional tienen un conjunto de especificaciones y de efectos que tienen que darse para poder ser calificados de esa manera».
En relación a la decisión que pueda emitir el TSJ sobre la investigación que está realizando, el abogado constitucionalista declaró: «el tribunal no tiene competencia para ello, pero ya dirá algo y será objeto de estudio esa sentencia (…). Sea cual sea el pronunciamiento, no va a solucionar la crisis política que tenemos».
Nota de prensa